SALVAGUARDAS

Las salvaguardas sociales y ambientales de REDD+, así como las decisiones de la CMNUCC en la materia, constituyen un marco Internacional de principios y medidas ambientales sociales y de gobernanza, que deberán ser promovidas y apoyadas ante cualquier actividad relacionada con REDD+.

Las salvaguardas tienen el objetivo de evitar o minimizar los potenciales riesgos sociales y ambientales (como el desplazamiento de la presión sobre los bosques a otras zonas) y a la vez promover los beneficios potenciales (como la conservación de la biodiversidad y otros servicios ecosistémicos del bosque). De esta forma, tanto en la etapa de preparación como de implementación de su estrategia o plan de acción REDD+, los países que quieren ser parte de esta iniciativa y acceder a sus pagos por resultados deben implementar las salvaguardas conocidas como las Salvaguardas de Cancún (Decisión 1/COP 16), a saber:

A. La complementariedad o compatibilidad de las medidas con los objetos de los programas forestales nacionales y de las convenciones y los acuerdos internacionales sobre la materia.

B. La transparencia y eficacia de las estructuras de gobernanza forestal nacional, teniendo en cuenta la legislación y la soberanía nacionales;

C. El respeto de los conocimientos y los derechos de los pueblos indígenas y los miembros de las comunidades locales, tomando en consideración las obligaciones internacionales pertinentes y las circunstancias y la legislación nacionales, y teniendo presente que la Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado la Declaración de Las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI);

D. La participación plena y efectiva de los interesados, en particular los pueblos indígenas y las comunidades locales, en las medidas mencionadas en los párrafos 70 y 72 de la presente Decisión;

E. La compatibilidad de las medidas con la conservación de los bosques naturales y la diversidad biológica, velando por las que se indican en el párrafo 70 de la presente Decisión no se utilicen para la conversión bosques naturales, sino que sirvan, en cambio, para incentivar la protección y la conservación de esos bosques y los servicios derivados de sus ecosistemas y para potenciar otros beneficios sociales y ambientales;

F. La adopción de medidas para hacer frente a los riesgos de reversión; y

G. La adopción de medidas para reducir el desplazamiento de las emisiones.

Argentina, en sus acciones de preparación e implementación REDD+, a través del Plan de Acción Nacional de Bosques y Cambio Climático, ha construido el Enfoque Nacional de Salvaguardas REDD+, respondiendo a los requisitos internacionales.

PRIMER RESUMEN DE INFORMACION SALVAGUARDAS DE REDD+ DE LA REPUBLICA ARGENTINA PARA EL PERIODO 2014-2019

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PLAN DE ACCION NACIONAL DE BOSQUES Y CAMBIO CLIMATICO

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CONSIDERACIONES

  • Nadie que viva en una ciudad puede tener injerencia sobre el manejo adecuado de los bosques. Sin embargo su destino se encuentra ligado a la existencia de los mismos.
  • Nadie que viva y dependa de los bosques para su subsistencia puede garantizar su conservación plena si no se atienden las necesidades básicas de supervivencia. Sin embargo su destino se encuentra ligado a la existencia de los mismos.
  • Nadie piensa en destinar inversiones si no se obtiene una rentabilidad adecuada al riesgo. Sin embargo su destino se encuentra ligado a la existencia de los bosques.
  • Nadie encuentra estímulos adecuados y permanentes para sostener acciones que conduzcan al beneficio global común. El rol del individuo se impone sobre su propia especie. Sin embargo su destino se encuentra ligado a la existencia de los bosques y a la importancia vital que le otorga la sociedad como tal.

Estos sesgos paradójicos de pensamiento conducen a la resignación, incertidumbre, ausencia de compromiso y facilitan la continuidad de modelos que avanzan, a su propio ritmo y en forma independiente, sin una previsión ni control adecuado de los riesgos potenciales y/o ya en evidencia.

El concepto fragmentado entre el hombre y la naturaleza, como entidades independientes, proyecta equilibrios forzados e incompatibles, acelerados exponencialmente ante el crecimiento demográfico global y los requerimientos de desarrollo exclusivamente humanos. Comenzamos a asfixiar a las posibilidades que nos brinda nuestro Planeta y, como consecuencia de nuestro sesgo y negación, no asumimos ser contemporáneos de la necesidad de implementar acciones concretas y factibles para la sustentabilidad y continuidad de la vida tal como la conocemos: Sin dejar a nadie atrás.

Las salvaguardas, como un acuerdo global que promueve acciones reflexivas, consensuadas y de sentido común, al margen de las instancias Institucionales y propias de todo Gobierno, consideran 2 aspectos críticos y fundamentales que -como enunciados políticamente correctos- deberían ser llevadas a la práctica en forma fehaciente y sin reticencias:

  • Conocimiento y derechos de los pueblos originarios y de las comunidades locales.
    Sólo puede conservar el bosque quien vive en él. La visibilidad como individuos/comunidades debe respaldarse mediante el reconocimiento de sus derechos (y obligaciones) como actores primarios relevantes, tener injerencia en las determinaciones y participar de una equitativa distribución de cualquier tipo de beneficio que culmine usufructuando la comunidad global. El motor de la economía global, basado en el modelo de crecimiento a través del consumo, deberá prever que si los bosques tienen “un precio”, dentro de los beneficiarios se incluirán a los proveedores de servicios basados en la naturaleza. La “obligación” de garantizar un servicio a la humanidad deberá verse acompañada del “derecho” de vivir en condiciones dignas. El “derecho” de disponer de un “planeta sano” deberá verse acompañado de la “obligación” sobre el compromiso de colaborar con el sustento y su mantenimiento.
  • Participación plena y efectiva de todas las partes:
    La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, independientemente de la participación de paneles de expertos, Organizaciones y Estados, ha convocado a la humanidad. El reconocimiento en la figura de “parte interesada” implica que cualquier individuo, independientemente de filiaciones y/o participación en grupos, posee el derecho de involucrarse -en forma activa- dentro de cualquiera de los ejes multidimensionales que presenta la actual crisis socio-ambiental. Ver página: ROL MULTIACTORAL. Sin embargo, como se comentó anteriormente, la solución no se encuentra en los bosques en sí, sino en la capacidad de la humanidad para articularse en forma transversal, con roles específicos y complementarios –todos ellos trascendentales y esenciales dentro de la magnitud- como actores primarios relevantes con sus correspondientes derechos y obligaciones consensuadas.
    Del terreno al escritorio del escritorio al terreno. Resultados y lecciones aprendidas. Optimización de los programas de acuerdo al relevamiento y monitoreo. Del escritorio al terreno del terreno al escritorio. Esta teoría del cambio apuesta a que el hombre y naturaleza inicien un camino compartido de integración y progresivamente asimilada su indiscutible interdependencia.